Retos en la gestión de autoconsumos compartidos

Con el crecimiento del mercado de energía renovable, la proliferación de las comunidades energéticas (CELs) y el aumento de la popularidad de los autoconsumos colectivos, la gestión de estos sistemas se volverá cada vez más necesaria. Este concepto abarca la idea de aprovechar la energía generada localmente para satisfacer las necesidades de un grupo de usuarios conectados en red. Sin embargo, la gestión eficaz de estos sistemas va más allá de simplemente compartir la energía. Implica una serie de procesos y herramientas que optimizan su funcionamiento y beneficios tanto para los usuarios como para el medio ambiente. En un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son prioridades, la gestión de los autoconsumos colectivos se está convirtiendo en un factor cada vez más importante para maximizar su impacto positivo y garantizar un suministro energético confiable y sostenible.

Ya sabemos que la gestión es un factor importante pero, ¿qué significa exactamente gestionar un autoconsumo colectivo? En ImpactE, entendemos que la gestión de la energía no se limita a una sola acción, sino que implica una serie de funciones que se convierten en desafíos o retos esenciales para optimizar y controlar eficazmente los autoconsumos compartidos. Estos retos se dividen en:

• Centralizar: La gestión de los autoconsumos compartidos implica consolidar el control de todas las instalaciones de generación y los consumos de los usuarios en un único punto central. Esta práctica simplifica la supervisión y regulación de las operaciones, lo que conlleva a una gestión más eficiente y coordinada del sistema.

• Digitalizar: Es fundamental para optimizar la gestión de los autoconsumos compartidos. Mediante el uso de sistemas digitales, es posible automatizar procesos, recopilar datos en tiempo real y mejorar la comunicación entre los usuarios y los operadores del sistema.

• Monitorizar: Esencial para detectar posibles problemas o fallos en el funcionamiento del sistema. Al tener acceso a datos en tiempo real, los operadores pueden tomar medidas preventivas o correctivas de manera oportuna, garantizando un rendimiento óptimo.

• Operar: Implica no sólo supervisar, sino también identificar y responder de forma ágil ante cualquier irregularidad o fallo en el funcionamiento del sistema. Esto asegura un suministro constante y fiable de energía para todos los usuarios conectados.

• Acceso/Reporte Usuario: Es fundamental que los usuarios tengan acceso a información transparente sobre el funcionamiento del sistema y su consumo de energía. Proporcionar informes regulares y acceso en línea les permite tomar decisiones informadas sobre su consumo y contribuir activamente a la eficiencia energética.

• Facturar: En algunos casos, puede ser necesario facturar la energía suministrada a los usuarios del sistema de autoconsumo compartido. La implementación de un sistema de facturación claro y transparente garantiza una distribución equitativa de los costes y beneficios entre los usuarios.

• Optimizar: La optimización de la potencia de los coeficientes de reparto horario, implica maximizar el aprovechamiento de los recursos disponibles y minimizar las pérdidas de energía. Esto se logra ajustando los coeficientes horarios para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios.

En resumen, la gestión eficaz de los autoconsumos compartidos requiere centralizar, digitalizar, monitorizar, operar, proporcionar acceso y reportes a los usuarios, facturar cuando sea necesario y optimizar constantemente el sistema. Al hacerlo, no solo se promueve la eficiencia energética y la sostenibilidad, sino que también se brinda un servicio confiable y transparente a la comunidad. 

Desde ImpactE, podemos hacer que esta gestión completa de los autoconsumos compartidos se haga realidad. Contacta con nosotros en contact@urbanimpacte.com y te contamos más sobre nuestra potente herramienta de gestión.