Salvador Moncayo, cofundador de la cooperativa energética Aeioluz y miembro del Consejo Rector de la Comunidad Energética de Catarroja «Catarroja Renovable», apoyada gracias al estudio energético del municipio por parte de ImpactE, nos responde a las preguntas más primordiales que hay que saber en cuanto a las Comunidades Energéticas Locales (CELS).
Salva nos describe su propio concepto de CEL como “la excusa de los usos energéticos para cambiar el modelo social desde uno más individualista y competitivo hacia uno más colectivo y cooperativo”. Para él, debido al contexto de evidente emergencia climática en el que nos encontramos, la creación de comunidades energéticas en los municipios es una oportunidad de evolución social necesaria.
En ocasiones, la toma de la decisión de crear una comunidad energética o no, puede resultar complicada si no se tiene la información necesaria o una motivación real. Como uno de los responsables en la creación de la CEL de Catarroja, lo que le motivó tanto a él como al resto de los impulsores es la confianza en la acción local. “Hay que tener claro que la acción local es la mejor forma de afrontar el reto climático y energético actual”, afirma Moncayo.
Para conocer la viabilidad de la comunidad energética local de Catarroja, ha sido necesario un estudio previo del potencial fotovoltaico del municipio elaborado por ImpactE. Aún no siendo parte del Ayuntamiento de Catarroja, Salva considera que “las alianzas entre instituciones, empresas y sociedad civil organizada son la mejor fórmula para crear la complicidad de forma que el camino a seguir sea el correcto”, refiriéndose a la relación entre ImpactE y el Ayuntamiento, que ha sido un soporte importante para el impulso de esta CEL.
Una vez claras las motivaciones e impulsos para crear una CEL, Salva nos aclara cuáles son las principales ventajas tanto para los vecinos socios como para el medioambiente del territorio: “La formación que hemos programado y pronto la primera de las plantas de producción fotovoltaica, van a permitir mejorar el confort de los hogares de las personas socias, ahorrar en las facturas de luz y gas y reducir las emisiones de los usos energéticos de todas ellas”. Por el momento, todavía no se ha desarrollado todo el potencial real de la comunidad energética pero, como bien indica Salva, han empezado a aunar esfuerzos a nivel vecindario y, por tanto, mejorado la cohesión del municipio.
Para finalizar, los tres consejos que nos deja el socio de la CEL Catarroja Renovable para posibles interesados en crear una comunidad energética son: Perseverancia, paciencia y dejar los egos y los bulos fuera de las asambleas y reuniones.
Gracias al trabajo de Salva y otros colaboradores, estamos seguros de que esta comunidad energética seguirá trabajando en pro de la sostenibilidad y de sus vecinos. ¡Gracias por hacer el cambio posible!
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